Las empresas de cualquier porte y segmento necesitan tecnología para soportar sus negocios. Y la adquisición de estas soluciones genera desafíos a los CIOs
La tecnología está cada día más incorporada a las actividades fin de las empresas de cualesquiera portes y segmentos. Ellas automatizan procesos, garantizando mejoras y aumento de productividad, pero también imponen desafíos para el área de TI, como la necesidad de estar alineada a las tendencias y las soluciones más adecuadas a los negocios de su empresa, así como a los costos de adquisición e integración, para que sean los mejores del mercado. Al sumarse a ello, necesitan levantar los recursos para la integración de proyectos, tarea que generalmente queda en la responsabilidad del CIO (Chief Information Officer).
Inversiones en TI
El desafío del CIO es probar cómo TI es una herramienta de negocio que va a asegurar las operaciones de la empresa. Por lo tanto, al solicitar la inversión junto al CEO (Chief Executive Officer) o CFO (Chief Financial Officer), debe presentar argumentos que demuestren que está utilizando las mejores estrategias para garantizar el alto rendimiento de las tecnologías.
Los argumentos pueden basarse en cuestiones tangibles e intangibles. Por ejemplo, la reducción de costos y el impacto en la productividad entre las filiales de la empresa al intercambiar un sistema de telefonía convencional por el sistema IP; o sobre la reducción de tiempo de sus ejecutivos y costos de desplazamiento al implementar sistemas de telepresencia en oficinas remotas.
Diagnósticos negativos
La optimización de redes también es un desafío para los CIOs, porque lentitud y caída de sistemas son incidentes que resultan en la paralización de procesos, y consecuentes pérdidas financieras. Ante los diagnósticos de fallas de redes, los CIOS necesitan poder de decisión y convencimiento junto a su directorio para aprobar estrategias que minimicen los riesgos y maximicen ganancias.
Esos diagnósticos, que son presentados por consultorías especializadas, pueden identificar el origen de los problemas de fallo, cómo hacer un análisis general e identificar puntos aún más vulnerables para la infraestructura de red, y que por hora aún no resultaron fallidos. Con un diagnóstico en la mano, el CIO es quien va a evaluar la urgencia para corregir los puntos críticos. Dependiendo del grado de complejidad, es posible resolver problemas en algunas horas o en pocos días, evitando por ejemplo que un incidente deje el ERP parado, alcanzando toda la función orgánica de la empresa.
Por más que esta decisión tenga que avalar otros directorios, el CIO estará provisto de informes que justifiquen los valores a ser empleados. Todavía vale la reflexión sobre cuánto costaría esperar que el problema se establezca para que las providencias sean tomadas.
Entre los beneficios de TI, están el soporte al desarrollo de productos, emisión de facturas, ventas, producción, en fin, toda la actuación en la gestión de procesos. Y la visión actualizada del CIO sobre las tecnologías ideales para su negocio, así como las mejoras que hay que hacer, van a hacer la diferencia para la competitividad de la empresa.
Equipo NapIT
